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Hoy en 2019 ya no tenemos que plantearnos dudas en relación a los beneficios que el ejercicio físico ejerce sobre la salud. Sobrados estudios científicos en todas las áreas de la medicina han propuesto una vida activa como motor para la prevención de los Factores de Riesgo Cardio Vascular y de las enfermedades de la civilización (Diabetes –hipertension – Enfermedad Vascular), para el cuidado de estructuras del sistema osteomioarticular y hasta en el campo de la salud mental. En consonancia con esta situación es que en nuestra ciudad vemos, con el correr de los años, la gran adhesión de la población a los programas de entrenamiento, ya sea en parques, gimnasios, clubes, centros de salud.

Entonces si nos vamos a disponer a realizar algún tipo de entrenamiento a fin de mejorar nuestra situación de salud debemos tener en cuenta que para potenciar los efectos positivos del ejercicio físico este debe cumplir con unos principios básicos y ellos están directamente relacionados con nuestra situación actual: sobre todo con nuestro estado de salud y condición física; cualquier planificación de entrenamiento debe basarse mínimamente en lo antes mencionado. Es por ello que se considera importante en el entorno de la práctica del ejercicio físico a cualquier nivel: alto rendimiento, recreacional o ejercicio adaptado a patologías y aunque aparentemente estemos sanos, realizar un chequeo médico deportivo en el cual se evalúen los principales órganos y sistemas solicitados durante la práctica deportiva; con objetivos fundamentales:

• Detectar alteraciones patológicas en órganos vitales a fin de minimizar los riesgos de que la misma asociada a la práctica de ejercicio físico inadecuado pueda desencadenar un accidente fatal para el deportista y/o su entorno;
• Evitar que la práctica de un plan de entrenamiento inadecuado pueda producir deterioro de una enfermedad ya existente.
• Evaluar en el tiempo los cambios positivos inducidos por el entrenamiento a nivel de los sistemas vitales: cardio respiratorio – metabólico.
• Identificación de alteraciones ortopédicas y biomecánicas como dismetrías óseas, desbalances musculares que con la sobre solicitación propia del deporte pueden conducir a la aparición de procesos patológicos que perturben la continuidad en el entrenamiento e interfieran con el buen desempeño y la obtención del máximo rendimiento físico en el caso del deportista de elite.
• Identificar hábitos inadecuados de alimentación que atentan contra el normal funcionamiento de los procesos metabólicos implicados en el rendimiento deportivo y la salud.

EVALUACION Y CONTROL PARA EL DEPORTISTA DE ALTO RENDIMIENTO: Mención especial se merece la población de deportistas de alto nivel dados las extremas demandas que le ocasiona a su organismo el cumplir con los exigentes planes de entrenamiento llevados a cabo para lograr su objetivo fundamental: que es la obtención del máximo rendimiento deportivo durante los periodos de competencia.

• Dentro del rango de Deportista de alto rendimiento podemos encontrar:
• Aquellos que lo hacen a nivel profesional y que compite sistemáticamente a nivel nacional o internacional
• Aquellos que no son profesionales pero de igual manera compiten a nivel nacional e internacional, con el agravante de que los procesos de entrenamiento y competencia deben compatibilizarse con el trabajo y/o estudio.
• Aquel deportista que lo hace a nivel recreacional pero que cumple con planificaciones de entrenamiento y calendario de competencias que exigen altas demandas fisiológicas.

En estos casos aumentar los cuidados referentes a la salud, contribuye directamente a potenciar los efectos del entrenamiento físico para alcanzar el máximo rendimiento deportivo. Tener un control el perfil metabólico a través del análisis de sangre hace que el deportista disponga de todo su potencial genético a disposición para entrenar y recuperarse mejor y de esta forma estar al más alto nivel a la hora de competir. Controlar composición corporal es realmente importante dado que pequeñas variaciones en el peso en general o bien en la composición corporal y particularmente en el componente adiposo o muscular pueden ir en desmedro del rendimiento deportivo. Periódicamente debemos evaluar fuerza y correcto balance en los diferentes grupos musculares dado que la pérdida de fuerza muscular se relaciona directamente con el aumento del riesgo de lesiones en el mismo musculo, en otros diferentes, en ligamentos y tendones y aun en el hueso.

El deportista de alto rendimiento debe realizar una profunda evaluación nutricional ya que al participar en la competencia de alto nivel sus demandas energéticas estarán aumentadas y/o modificadas por lo que se le debe prestar especial atención a esta situación, lograr un correcto balance energético contribuye a desarrollar y expresar el máximo potencial en lo que rendimiento deportivo respecta. En cada caso en particular el costo energético es diferente y depende por lo general de muchos factores que interactúan entre si y que tienen que ver con el propio deportista ( nivel de entrenamiento, estado nutricional, estado de salud, situación psico-emocional), con las condiciones ambientales en las que se lleva a cabo el entrenamiento o competencia (terreno, condiciones climáticas), con el tipo de prueba en la que se competirá (pruebas de resistencia, de velocidad, etc) y momento de la planificación anual en la que se encuentre.

En conclusion podemos aseguar que realizar un correcto control medico en el que se evalue al deportista en forma integral siempre nos acercara directamente al objetivo, tanto sea relacionado al fitnes como al maximo rendimiento. En la medida en que te evaluas te conoces, en la medida que te conoces te potencias.