¿Cómo cuidar la presión arterial en época de fiestas?
Mantener el equilibrio tanto de nuestras emociones como en la alimentación son claves.
Llegan las fiestas de fin de año, por ende, encuentros y despedidas de año que inevitablemente están atravesadas por una alteración en nuestra ingesta habitual de alimentos y bebidas.
Por si esto fuera poco, las fiestas, especialmente en nuestra tradición, generan una movilización emocional muy importante, particularmente en estos últimos dos años que nos tocaron vivir. El encuentro con amigos y familiares con los que nos queremos ver y con los que no, el recuerdo de los que ya no están, los proyectos cumplidos y por comenzar, el balance del año…
Todas estas emociones, tanto las positivas como las negativas, sumadas a las modificaciones en las horas de descanso y patrones alimentarios, generan alteraciones en nuestro organismo.
Este fenómeno fue estudiado mediante investigaciones científicas hace algunos años, en los que se observó un marcado incremento en los eventos cardiovasculares, particularmente en Navidad y Año Nuevo. Las cifras de fallecimientos por paro cardíaco aumentaron un 8% respecto a noviembre, según reportaba el artículo “The Holidays as a Risk Factor for Death”, en un estudio realizado por la Universidad de Duke de Estados Unidos. Otras investigaciones ratificaron estos hallazgos en estudios posteriores arrojando cifras similares.
Entre las causas que explican estas cifras se encuentra principalmente el estrés psicológico, la privación del sueño, los excesos en las comidas y bebidas tales como el consumo elevado de alcohol, grasas saturadas y azúcares refinados.
Cuando se analizaron las bases de datos de los pacientes con eventos cardiovasculares surgieron datos muy interesantes con respecto al factor emocional como variable asociada a los infartos de miocardio. Muchos refirieron haber presentado sentimientos de ira, ansiedad, tristeza y dolor horas antes del evento cardíaco.
Una relación similar se encontró en otros estudios realizados en zonas de guerra y catástrofes como Iraq y la ciudad israelí de Tel Aviv. Por otro lado, en estudios realizados en otros ámbitos se observó que la mayor incidencia de infartos se registra los días lunes al iniciar la jornada laboral por la mañana.
Por todo esto, debemos tratar de minimizar el impacto que este momento del año puede generarnos si no estamos prevenidos.
¿QUE ALIMENTOS PODEMOS ELEGIR?
Frutos secos
En cuanto a la comida, podemos elegir dentro de nuestras tradiciones los alimentos más saludables. Los frutos secos, típicos de nuestras fiestas, si bien contienen muchas calorías son una fuente de Omega 3 y 9, dos ácidos grasos con propiedades cardioprotectoras.
Variedad y color
También podemos incorporar ensaladas variadas en verduras de hoja y frutas donde la abundancia en colores nos indica la variedad de vitaminas y antioxidantes que ingerimos.
Condimentar y no salar
Por otro lado, los condimentos que elegimos pueden ayudarnos a evitar el exceso de sal. Pimienta, curry, nuez moscada, aceite de oliva, vinagre y aceto realzan los sabores sin necesidad de recurrir a la sal como principal ingrediente.
Las emociones también pueden ser moduladas con el entorno que podamos crear. Amenizar la cena con música tranquila, evitar las estridencias y la pirotecnia son una opción saludable para su familia y los animales.
Además, dormir bien es clave para reducir el estrés ya que las personas que logran un mínimo de 7 horas de sueño reducen hasta un 65% el riesgo de enfermedades cardiovasculares comparado con las que duermen menos de 6.
Para quienes toman una medicación, deben continuar con su prescripción habitual y no automedicarse. Y por último, un consejo para toda la población que nunca está demás recordar: realizar ejercicio en Navidad o Año nuevo no es pecado. No deje para el año que viene lo que pueda hacer hoy.
Dr. Diego Mendo - Jefe de la Unidad de Hipertensión Arterial del Instituto Cardiovascular de Rosario